lunes, 6 de diciembre de 2010

La cocaína como desencadenante de trastornos de ansiedad


La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central, de acción breve, que consumida en pequeñas cantidades aumenta la receptividad, genera euforia, sensación de bienestar, pérdida de apetito, desinhibición, agilidad mental, y falta de cansancio. Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran las crisis de ansiedad, insomnio, trastornos del animo, y ataques de pánico, entre otros.
Un buen entrenamiento en técnicas cognitivo-conductuales debería ser suficiente para  superar la ansiedad, identificando porqué se mantiene, curiosamente en las interacciones sociales, reestructurando las creencias irracionales que se ocultan detrás.
Los componentes de una raya de cocaína:

60% cocaína: Afecta a las zonas profundas del cerebro, como el núcleo accumbens, que actúa en la gratificación. Aparte, dilata las pupilas y hace que el ritmo cardíaco crezca, así como la presión arterial.

20% analgésicos: Son las componentes más habituales en la coca que se encuentra adulterada, ya que están presentes en 2 de cada 3 rayas. Se emplean como sustituto cuando no se quieren usar azúcares; no llegan a interactuar con la cocaína.

8% anestésicos: Impiden en parte la alteración del ritmo cardíaco que produce la coca. Entorpecen las comunicaciones de los impulsos nerviosos, tanto en la creación como en la transmisión. Se encuentran en 1 de cada 4 muestras que se analizan.

8% cafeína: Es un alcaloide que estimula el cerebro, igual que la cocaína, ya que trabaja como una droga psicoactiva. Por ello, potencia los efectos de ella. Se encuentra en el 11.2% de las muestras analizadas.

4% piracetam: Este es el componente más neutro que se suele emplear para cortar la cocaína. Ni contrarresta, ni potencia el impacto de la droga. La emplean como alternativa a la glucosa debido a que esta última tiene un sabor empalagoso.

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